PISICINA EN VIVIENDA UNIFAMILIAR
Introduccion
Este verano fueron varias las consultas que nos han realizado para realizar una piscina en vivienda existente. Quizás el reciente confinamiento de otoño (al inicio de la pandemia del COVID19) ha decantado a mucha gente a construir esa parte de la casa que muchos postergan para cuando sea época de vacas gordas, y que es la piscina. Lo cierto es que previo al inicio del verano, es la época en la que se construyen más del 80% de las piscina en esta zona mediterránea.
Previa redacción del proyecto técnico, debimos realizar una visita a la vivienda y determinar junto con la propiedad la ubicación y dimensión de la piscina.
Son factores determinantes de ello la orientación y las construcciones a su alrededor.
Para el caso que se nos presenta, el problema lo tuvimos en lo estrecho que era el sitio y la diferencia de nivel con el exterior.
La propuesta era separarnos de los muros colindantes para no intervenir en lo existentes. Y que la profundidad de la misma no debilite fundamentalmente el muro de cierre exterior, que era el más comprometido en la intervención.
El resultado fue plantearnos una separación de 50cm de ese muro, y que la piscina bajase esos 50cm respecto al nivel de la acera. Finalmente, la separación del muro fue de 90cm, justificado por la estabilidad del muro.
La proporción de la piscina planteada era entonces estrecha pero larga, dejando una justa separación con el vallado exterior y un paso cómodo en su otro lateral, junto a la vivienda.
Definidas las líneas principales de la intervención, procedemos a redactar el correspondiente proyecto y su visado colegial para luego solicitar licencias de obra.
El tiempo de ello es relativamente rápido y ágil, por lo que en un mes desde la primer vivita al terreno se pudieron comenzar los trabajos de ejecución.
APERTURA DEL POZO
Se replantea la ubicación del pozo y se deja marcado, ya sea con líneas de cal o con hilos, para no perder las marcas durante el proceso de excavación.
El tamaño del pozo contempla el ancho del vaso de la piscina, el espesor del ladrillo que hace las veces de encofrado y el espesor del muro estructural, que en este caso será de hormigón armado.
La máquina a utilizar es una pequeña retroexcavadora que irá cargando el volumen de tierra extraído a un camión, el cual lo llevará a un vertedero habilitado para tal efecto.
Planificando la entrada y salida de la máquina, comenzará por la parte más alejada del pozo, para ir avanzando en la excavación a medida que se acerca al punto de egreso de la obra.
Esta definitivamente es la etapa más sucia de la obra. Es conveniente prever el clima que hará durante el día que durarán los trabajos, ya que si durante los mismos llegase a haber tormentas fuertes, podría haber peligro de colapso de los muros del pozo.
Finalizada la tarea fundamental de la máquina, se procede a manualmente terminar de perfilar el pozo. La profundidad y su pendiente es tarea de la excavadora, pero mediante medios manuales se logra llegar a las medidas definitivas con unos muros relativamente aplomados y ángulos a escuadra.
EL VASO DE LA PISCINA
EL proceso es sistemático, y debe seguir la siguiente secuencia de trabajos
Primero se coloca en el perímetro del vaso un film de polietileno que hace las veces de impermeabilización del vaso. Este polietileno se solapa en la parte inferior de la losa de cimentación para mantener aislado el vaso de la humedad del terreno.
En este caso, esta será una de las caras del encofrado del hormigón.
Posteriormente se ubican los desagües en la ubicación más baja de la pendiente, para realizar todo el armado del hormigón, tanto la losa de cimentación como los muros de contención lateral.
Se colocan los separadores para tener previsto que la armadura siempre tendrá el recubrimiento mínimo necesario.
Posteriormente, se levanta el muro con ladrillo hueco que terminará siendo la otra cara de nuestro encofrado.
Se ubicarán así el resto de las instalaciones, para poder luego realizar el vertido de hormigón del muro perimetral
Se realiza primera el peldañeado necesario para el ingreso a la piscina, para luego realizar el fratasado de todo el interior del vaso. Se procura de realizar la media caña en todos los ángulo interiores, tanto en encuentros de muros como de suelos.
Finalmente, se elige el revestimiento adecuado según colores, texturas o gustos del propietario.
EL PERIMETRO DE LA PISCINA
Para este caso, se eligió una coronación que unificaría tanto el perímetro del borde de la piscina como las zonas aledañas a la misma.
Es por ello que se utilizó una baldosa porcelánica de un formato 60×60, mientras que el perímetro del vaso es una pieza especial, de las que se habitualmente se las conoce como peldaños.
Es una pieza extruida, casi del mismo tono de la partida porcelánica de todo el piso, con un canto recto que enmarca aún más el espejo de agua.
Replanteado todo el dibujo de la coronación, se realiza el solado de las zonas perimetrales, respetando las juntas y modulación, para tener un resultado armónico en todo el conjunto.
El resultado es una piscina adaptada al sitio del que se disponía, con unas medidas suficientemente amplias para optimizar la circulación perimetral y encajar un ancho de 3m libres en el espejo de agua.
Por ultimo, la imagen nocturna.
El efecto que causa la iluminación es siempre una recomendación que damos a nuestros clientes, ya que por un pequeño añadido, la piscina luce mucho más.
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